Puta de oficina con grandes tetas y culo grande atada y amordazada

A Richelle, el coño de la oficina, le encantaba coquetear y burlarse de los clientes y a los otros chicos de la oficina no parecía importarle todo el alboroto y la interrupción que ella causaba, por lo que el presidente de la empresa la invitó a casa con él una noche después del trabajo. La metió en el sótano y la sometió a una esclavitud estricta, sus muñecas, piernas y abdomen sujetos con estrictas barras de metal, sus gruñidos y gemidos fueron sofocados con una pesada mordaza. Permaneció allí toda la noche y solo fue liberada a la mañana siguiente. tiempo para