Por eso me hubiera gustado ser profesora.
Me hubiera gustado ser profesora para poder castigar en mis ratos libres a los alumnos malos y revoltosos, sean niños o niñas. Bajarles las bragas para admirar sus pequeñas nalgas, sentirlos preocupados antes del castigo, humillarles las nalgas desnudas delante de sus compañeros. y hacer sonrojar sus nalgas al escuchar sus gritos y llantos...